Tijuana vuelve a ser zona de guerra: ejecuciones a plena luz del día, secuestros, extorsiones y más de 2 mil 640 homicidios durante 2018, le han devuelto a la ciudad fronteriza la mala fama de peligrosidad y violencia.
El desborde de la inseguridad no es un fenómeno nuevo para los tijuanenses; luego de superar los difíciles años de finales de la década pasada, cuando las cifras de muertes relacionadas con el crimen organizado alcanzaron números históricos, no imaginaron que dicha situación regresaría y con creces pues en lo que va del año se tienen contabilizados más de 820 homicidios; registrándose más 120 en lo que va de mayo. Pocos consideran que las actuales administraciones logren solucionar semejante escenario.
En medio de la vorágine de violencia que vive la ciudad, se ha sumado la temporada electoral para elegir presidente municipal, diputados locales y gobernador. Para quienes han seguido de cerca el proceso, el proyecto del militar en retiro Julián Leyzaola mantiene el liderazgo en cuanto a preferencias resultado de enarbolar como bandera principal la promesa de seguridad.
Para el de grado Teniente Coronel, quien fue Secretario de Seguridad Pública de Tijuana de 2008 a 2010, la cifra de 76% de disminución en el índice de criminalidad es su mejor carta de presentación, sólo superada por su trabajo en Ciudad Juárez: 86%, también como titular de la policía municipal.
Al hablar sobre su estrategia, Julián Leyzaola ha recalcado en diversas ocasiones la necesidad de contar con al menos tres elementos para poder implementar estrategias en materia de seguridad pública.
Primero, debe existir voluntad política, es decir, la intención de afrontar realmente el problema sin lavarse las manos, la disposición de combatir de frente la inseguridad.
Segundo, es indispensable conocer sobre el tema, entenderlo. El Teniente Coronel apunta que quienes estén a cargo de la seguridad de los ciudadanos deben cumplir con un perfil profesional y no político, alguien que entienda de fondo el problema y con el valor de afrontarlo.
Y tercero, recursos suficientes para equipar y darle certeza a los miembros de las corporaciones policiales de contar con lo necesario para poder cumplir con su deber de manera profesional y segura.
Si alguno de estos tres elementos falla, subraya Julián Leyzaola, es casi imposible solucionar una situación tan complicada como lo es la inseguridad en Tijuana.
Durante la actual contienda electoral las cifras y estadísticas de criminalidad, así como las propuestas de cada proyecto para solucionarlo, son ejes centrales, aunque queda claro que será Julián Leyzaola quien, en cuanto a seguridad se refiere, marcará la pauta.