Tijuana. – Habla sobre el tema de seguridad y puede hacerlo durante horas sin sentir el paso del tiempo. No lo niega, el tema le apasiona, lo domina y es tan natural hablar de él, porque es a lo que le ha dedicado gran parte de su vida.
Las horas que Julián Leyzaola Pérez, ha destinado a trabajar por la seguridad en ciudades como Tijuana, Ciudad Juárez y Cancún son incontables y no se pueden medir.
En una de tantas entrevistas, un reportero pregunto “Lo hemos visto muy activo ¿Anda cansado o no anda cansado, Leyzaola?, él respondió después de una leve sonrisa “No, no, no, falta mucho para que me canse”.
La frase resume lo que el militar retirado desea seguir haciendo, que es trabajar sin descanso por regresarle la seguridad a la ciudadanía y que las familias, los comerciantes o los empresarios puedan sentir tranquilidad al transitar por las calles de Tijuana.
Leyzaola Pérez, sabe mejor que nadie, que no hay descanso en el tema de seguridad, que no hay días festivos, que ni un solo día puede dejar de trabajarse, ni dar tregua para que la delincuencia se apropie de nuestra ciudad.
Y está dispuesto a volver a dedicarse de manera total al combate contra la violencia que ha ubicado a Tijuana entre las ciudades más inseguras a nivel internacional.
Su capacidad de elaborar y dirigir estrategias ha forjado la experiencia que ha adquirido a lo largo de su extensa formación académica y el destacado desempeño que tuvo al frente de las secretarías de Seguridad Pública de Tijuana y Ciudad Juárez, que son tan solo unos de los importantes cargos que ha tenido.
Voces ciudadanas aseguran que Tijuana requiere de alguien como Leyzaola Pérez, porque ya conoce su dinámica y tiene estrategia para detectar, aplicar, coordinar protocolos y posee inteligencia e integridad comprobadas.
“Estar en esta silla no me cambia, no cambia mis ideales de seguridad”
También esta frase pronunciada por el Teniente Coronel es muestra de la filosofía que sigue al trabajar por la seguridad y que ha realizado en las calles, con acciones y no entre el encierro de las paredes de una oficina.
Está claro que no se siente cansado y que sigue teniendo la energía suficiente para volver a trabajar sin descanso para que la ciudad no siga siendo un campo de batalla en el que los delincuentes y los actos que cometan sean la principal noticia de los medios de comunicación.